Comunicado de la Sociedad de Resistencia de Oficios Varios de Capital
La SROV Capital repudia enérgicamente la represión de la protesta social desplegada por el gobierno Jujeño en los últimos días. Es un episodio más de la fascinación violenta de las fuerzas represivas del Estado violando incluso sus propias leyes. Todas las fuerzas policiales, a nivel provincial o nacional, secuestran, torturan, asesinan y desaparecen personas. Nos resulta sumamente preocupante la tendencia cada vez más represiva del Estado.
Repudiamos así mismo el intento de darle rango constitucional a la represión de los cortes de ruta, rubricando institucionalmente la promesa de reprimir la resistencia popular ante los desmanejos y desmadres de los gobernantes.
Repudiamos también el modelo de desarrollo económico basado en la extracción de recursos para su exportación a espaldas de las necesidades populares y destinada a una rapiña capitalista que pretende una infinita concentración de la riqueza. Este modelo explica la intención del gobierno jujeño de restringir la protesta social al punto en que no estorbe a la minería del litio. Entendemos que las intenciones de China y de EEUU de llevarse la materia prima para vendernos su excedente industrial necesita caminos despejados, y encuentra cómplices locales dispuestos a despejar esos caminos con cárcel y bala.
La historia entera de la región argentina demuestra que la primarización de la actividad económica es contraria a los intereses populares. La economía argentina está íntegramente construida sobre la venta del suelo, ya sea a través de la actividad agropecuaria, a través de la explotación petrolera o a través de la minería. Estas actividades perjudican seriamente a la población a través de la expoliación de la clase obrera, de una profunda concentración de la riqueza, de la destrucción del medio ambiente, la desertificación de los suelos y la precarización de las labores productivas.
El extractivismo es ruinoso para la población y tiene trascendencia local, regional y global. No es solamente un asunto jujeño. La situación que se vive en el noroeste argentino está ligada a una estrategia regional, y no cambiará con la salida del gobierno de Gerardo Morales. El extractivismo es una política de Estado, como lo demuestra la unanimidad parlamentaria alcanzada en Jujuy y la promoción de la industria minera, petrolera y agropecuaria en todas las provincias que disponen de esos recursos a lo largo de toda nuestra historia y en todo el territorio de la región argentina. Es imprescindible interrumpir ese modelo con una transformación radical del sistema productivo.
Es imperioso avanzar en la organización obrera para hacer frente al despojo económico, ecológico y social que se despliega desde la avaricia capitalista y la violencia del Estado. Sin la solidaridad de la clase obrera es imposible detener al extractivismo, así como será imposible avanzar en la transformación social que se impone con la fuerza de la necesidad.
No dejemos que la fanfarria politiquera y el espectáculo electoral nos distraigan de la necesidad de profundizar la resistencia al extractivismo en toda la región y al desarrollo de estrategias económicas populares que activen la capacidad de la clase obrera de sortear los escollos de un capitalismo en decadencia.
Resistir, luchar y organizar. La emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores, Que se vaya Morales, que se vayan todos.