CARTA ABIERTA DE LXS TRABAJADORES DE DÁNICA EN LUCHA

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Compartimos comunicado de lxs trabajadores de Danica

Esta carta está dirigida desde el corazón mismo de lxs trabajadores de una empresa tan familiar como lo es Dánica. Hoy, nos convoca y moviliza a expresar nuestras angustias y a la vez impotencia de estar ante una lucha tan desigual como la de un gigante y un pequeño.


El 1 de febrero de 2019 desembarcara en Dánica de Lavallol un grupo empresarial inescrupuloso y mal intencionado que lo único que venía a desarrollar era su máquina de opresión y persecución laboral de la que fuimos y somos motivo cada día de trabajo desde que llegaron. Así, llegó el 26 de abril del 2019 cuando comenzaría el plan orquestado por la empresa y el bufete de abogados que se encargaron de contratar para hacer el trabajo sucio, y bajo amenaza de desemplear a jefes y jefas de familia, bajo la mirada indiferente de un gobierno adverso a las causas populares. Como cualquier mañana nos disponíamos a cumplir un día de tareas. Aquel día marcaría el comienzo de una lucha interminable para defender nuestra fuente de trabajo y la dignidad de nuestras familias.

En la puerta de nuestro trabajo, encontramos que nos esperaba un escribano y personal de recursos humanos para iniciar, esa madrugada, la primera depuración y quita de la dignidad y derechos laborales, dignidad que habíamos conseguido después de muchos años de lucha y tesón; de ese momento hasta remontarnos hoy, a la fecha, lo único que podemos enumerar es la falta de humanidad y empatía hacia un grupo de trabajadores que pertenecíamos a la gran familia de Dánica, porque eso eramos, una gran familia, hasta que este grupo desembarco en nuestra empresa y, digo nuestra, porque así la sentimos cada unx de lxs que trabajamos y trabajaron por muchos años cumpliendo y poniendo garra y compromiso para dar lo mejor de cada unx de nosotrxs. Con todo en contra, por la falta de inversión que trajo aparejado infinidad de accidentes y traumas a compañeros, seguimos luchando por mantener nuestra dignidad y llevar un plato de comida a nuestras casas.


Marzo, abril, mayo, junio para algunos son solo meses del año, para otros son días fríos de otoño: para nosotrxs se convirtieron en los días más grises y amargos. Llegaba la pandemia y con esta comenzaba la segunda etapa y esta vez no de un virus, si no la total desaprensión y saña contra lxs trabajadores de Dánica. Mientras nosotros, con compromiso social, realizábamos jornadas extenuantes y a pesar del constante maltrato para seguir abasteciendo a la comunidad con un producto tan esencial como el que producimos, el grupo Beltran arremetía contra nosotrxs nuevamente, echaba a cinco compañerxs y realiza un lock out patronal, que luego de nuestra lucha y de la intervención del Ministerio de trabajo y la presencia del Gobernador Kicillof y el Intendente Insaurralde, lograrían desactivar; pero, pasado un mes y medio, tres compañerxs nuestros quedaban sin trabajo con causas inventadas y haciendo caso omiso al DNU del Gobierno de no despedir (menos en pandemia) siendo trabajadores esenciales.

Hoy 24 de septiembre nos atropellan nuevamente y quieren que una vez más renunciemos a nuestros derechos y a nuestro convenio marco. Nos quieren arrodilladxs, quieren que renunciemos a un salario digno y renunciemos a todos nuestros derechos, no sólo ilegal, si no también con la amenaza de que, quien no firma este cambio de convenio, se quede en la calle. Escribimos estas líneas como un simple grupo de trabajadores, junto a sus representantes, como Padres y Madres de familia que necesitan ser escuchados y atendidos por la sociedad.


Somos un grupo de personas comunes y de bien que cada mañana se levantan con el sueño de tener una vida mejor, trabajar dignamente y vivir en paz. Comenzamos esta carta nombrando a un gigante contra un pequeño: así de desigual era (es) la lucha. No tenemos plata, no somos empresarios, no tenemos contactos con influencias, sólo tenemos nuestras manos y nuestro espíritu que no quiere claudicar y que anhela un mañana mejor para nuestras familias y cada trabajadora que vive estos atropellos. Necesitamos el apoyo y solidaridad de la Sociedad en general, contar con sus oídos y su buena voluntad para que nos escuchen y nos tiendan un puente que nos permitan unirnos en contra de las injusticias.

Cuenta la historia, que un gigante desafío a pelear a un…

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