Semana de Enero: El homenaje es seguir luchando

Compartir

El homenaje es seguir luchando

La Semana de Enero no se generó de un día para el otro, sino que fue fruto de años de organización y propaganda. Los principios ideológicos que motivaron y orientaron ese levantamiento fueron cultivados durante años en los sindicatos y en los barrios por la misma clase trabajadora. Años de propaganda y organización hicieron que la acción directa, la horizontalidad, el federalismo y la solidaridad se hicieran carne en esa porción de la clase obrera que no soportaba más las condiciones laborales impuestas por la patronal. Gracias a esta construcción el movimiento mantuvo su curso insurreccional a pesar del intento de los sindicatos traidores como la FORA del IX Congreso (antecesora de la actual CGT) y los partidos políticos por apaciguarlo y desviarlo. Pasaron 100 años de esa inmensa gesta obrera que hizo temblar al Estado Argentino, y recordarla es necesario para seguir librando la lucha contra el Estado y el capitalismo un siglo después.

Cortejo funebre de los asesinados por el Estado y la familia Vasena

El año 1918 terminó de manera convulsiva en los Talleres Vasena. En el mes de diciembre los trabajadores de la “Sociedad de Resistencia Metalúrgicos Unidos”, afiliada a la FORA del V Congreso, habían convocado una huelga en reclamo de aumentos salariales, la reducción de la jornada laboral a ocho horas y el fin del trabajo a destajo, entre otros ítems. A comienzos de Enero de 1919 el conflicto se recrudeció con la patronal cuando consiguieron grupos de carneros y rompehuelgas, aportados por el propio gobierno, y con los trabajadores impidiendo su ingreso. Rápidamente se sucedieron diferentes enfrentamientos. El 7 de enero la violencia de las bandas patronales y las fuerzas de seguridad contra los piquetes obreros desatan una masacre.

La respuesta obrera y popular no se hace esperar y el conflicto se generaliza en toda la ciudad. A partir de entonces brotaron los valores y principios que la organización gremial cultivaba en el día a día, más allá del conflicto laboral. Los barrios demostraron una inmensa solidaridad de clase con los trabajadores en conflicto no sólo brindando alimentos y refugio, sino también en los enfrentamientos contra las fuerzas policiales, los grupos parapoliciales del momento (como la Liga Patriótica) y los carneros y rompehuelgas. La feroz represión, lejos de amedrentar a la clase trabajadora, la empujó a seguir luchando hasta el punto de levantar barricadas y asaltar armerías para combatir cuerpo a cuerpo contra los defensores del “orden”. El Estado respondió con niveles de violencia inéditos: a las fuerzas armadas se les sumaron los grupos de civiles que por primera vez se organizaron en grupos parapoliciales. Para el 14 de enero, luego de una semana de combates callejeros, los grupos insurrectos fueron sofocados.

Finalmente los trabajadores de Vasena ganaron las condiciones laborales exigidas y la huelga se levantó pero la gesta de la semana de enero trasciende las reivindicaciones conseguidas. La rebelión de enero constituyó un hito en la lucha obrera del país que demostró una vez más su predisposición insurreccional, como se había visto antes en la semana roja de 1909, más tarde en los AZOS de los años sesenta y setenta, y en las jornadas de diciembre de 2001. En esos hechos quedó demostrado que la organización, la solidaridad de clase y la voluntad militante pueden torcer el brazo a los gobiernos, tanto democráticos como dictatoriales. Este ejemplo perdura para nosotras y nosotros mostrándonos el camino de la lucha en los lugares de trabajo y en los barrios, desde las asambleas de base y la acción directa, y no desde el Congreso o la burocracia sindical. Hace 100 años esta inmensa gesta obrera estremeció el orden burgués y es nuestro objetivo construir organización para que la próxima vez que el Estado tiemble, caiga de forma definitiva.

En homenaje a los casi 1000 hijos e hijas del pueblo que dieron su vida en la Semana de Enero.

En homenaje a los trabajadores y trabajadoras que, a pesar del dolor, siguieron adelante luchando y organizando.

En homenaje a los y las que no se rinden y que hasta el día de hoy seguimos manteniendo viva la organización y la rebelión popular.

¡SALUD Y EMANCIPACIÓN!

Compartir: