A la memoria de Joaquín Penina: primer secuestrado, desaparecido y fusilado en Argentina

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MEMORIA

Joaquín Penina, forista fusilado el 10 de Septiembre de 1930 por la dictadura militar encabezado por José Félix Uriburu.

Días después de la caída del gobierno radical de Hipólito Yrigoyen fue detenido de manera ilegal (sin ningún tipo de registros) y recibiendo un único cargo: la distribución de panfletos de su autoría contra el golpe encabezado por José Félix Uriburu.

Joaquín Penina fue detenido junto a dos compañeros a quienes más tarde liberarían, pero, en cambio, él no volvió a su casa; sólo tiempo después se pudo reconstruir lo que pasó, la policía en un operativo ilegal, sin hacer ningún informe llevó a Joaquín hasta el Río Paraná y lo fusilaron. En los meses que siguieron al golpe y aún durante buena parte del año siguiente, los anarquistas y los que participaban en las organizaciones gremiales de la F.O.R.A. fueron perseguidos, capturados, torturados y luego fusilados formalmente.

Éste es considerado uno de los primeros casos de desaparición seguida de muerte a manos del Estado Argentino, este procedimiento fue repetido luego miles de veces por las fuerzas del “orden”, a Joaquín lo mataron por “hablar mal del gobierno”, como a tantos otros después de él. La policía fue la mano de obra de los poderosos y esta conducta no sólo lo han llevado a cabo las dictaduras, hoy siguen apareciendo cadáveres en los ríos, que, como Joaquín, son guardados como NN; le pasó a Luciano (Arruga) y tantos otros que no salen en los medios de comunicación masivos pero que basta leer los informes de las Organizaciones de D.D.H.H. que se mantienen independientes del Estado para entender que esto no es algo que terminó en el 30 ni en el 70.

Extractos del Consejo Federal de la Federación Obrera Regional Argentina año 2015

Compartimos para descarga o lectura en red: El fusilamiento de Penina

Enlace:  https://mega.nz/file/RXIiBIiZ#n2XWsl3mipLTuauVWIF12qe7-PjLtC4l8xbHwyujBDw

La edición completa fue quemada por la ultima dictadura y su autor, Aldo Oliva, no conservó los originales. Hace unos años, uno de esos textos fue encontrado en una caja. Allí se cuenta la historia del obrero forista Joaquín Penina, detenido y desaparecido en Rosario, poco después del golpe de José Félix Uriburu, en 1930.

“[…] la historia y la memoria tienen esas vueltas que nos permiten creer que lo que parecía imposible ayer, hoy o mañana no lo es tanto. Después de muchos años de silencio y búsqueda de algún ejemplar, en septiembre del 2003 (otro mes de septiembre, 63 años más tarde) llega a manos de Raúl Frutos, ex vicepresidente de la Biblioteca Vigil, uno de estos inhallables ejemplares. Cuando muchos pensaban que todos los ejemplares habían sido destruidos, incluso, Rubén Naranjo, responsable de la editorial de la Vigil, Rafael Ielpi, director de la colección Testimonios y el propio autor, Aldo Oliva. El único ejemplar sobreviviente del fuego llegó sin tapas, con todas las páginas que indicaban los datos de la edición arrancadas, incluso algunas cortadas por la mitad para impedir la identificación del libro, testimonio inequívoco de la represión, la censura y el terror. Seguramente, en aquel tiempo, el libro pasó por manos que supieron disimular el “comprometedor” material en tiempos de dictadura. Manos que, igualmente, prefirieron preservarlo aún a costa de la integridad del libro y la de ellos mismo”.

“[…]Su militancia se centraba en ser un difusor permanente del ideal libertario entre los trabajadores, sobre todo entre los más explotados. Sus compañeros lo consideraban el “canillita”de la organización: era un propagandista de las ideas del socialismo como lo entendían los anarquistas: distribuía libros, folletos, periódicos y revistas que pagaba con sus propios ahorros para regalarlos o venderlos a precios mínimos entre sus compañeros. Tenía vínculos con editoriales españolas e italianas, mediante las cuales conseguía toda la bibliografía que repartía. El día de su detención, la policía robó de su casa, junto con sus libros, periódicos y otros bienes, varios cientos de pesos que tenía preparados para girar a España, para pagar los últimos libros que había comprado. Para desarrollar esta tarea, muchas veces encarada como un acto individual, Penina también contaba con el apoyo orgánico de sus compañeros de la sección local de la F.O.R.A, en tanto era un militante de ésta y del Sindicato de Oficios Varios, en cuyas actividades  participaba activamente”.

El fusilamiento de Penina Aldo Oliva Tercera edición. Segunda edición en Rosario, Argentina. Septiembre de 2012. Colección / Presentes Ahora y Siempre Puño y Letra Editorialismo de Base, Rosario, Argentina. Foto de tapa: archivo de Oxímoron: Cine Puño y Letra Editorialismo de Base.

Recomendamos el documental Hombres de ideas avanzadas

El rodaje junto a los hijos de Aldo Oliva, autor de un libro sobre Penina

Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=mLzzl2hoA_Y

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