
Editorial extraída del Organización Obrera N° 83 Órgano oficial de la Federación Obrera Regional Argentina.
Un 1° de mayo muy distinto, muy atípico y muy difícil. Un 1° de mayo que transcurre una cuarentena obligatoria en un país con un 50 % de trabajo en negro y cuentrapropista que depende del día a día, y con una desocupación que crece a medida que la cuarentena se va extendiendo. Un contexto muestra que la lucha de las y los trabajadores y de los mártires de Chicago no sólo sigue vigente, sino que pone al desnudo las consecuencias del capitalismo en la vida y en el futuro de la inmensa mayoría de la población mundial. Faltó un simple virus para que la economía mundial se hunda y queden a la vista los terribles efectos del ajuste contra la salud y la educación públicas en nombre de la ganancia empresaria. Pero también, la naturaleza represiva del Estado y su retórica militarista siempre útil para enmascarar la improvisación y los malabares que hacen para transitar una situación para la cual la salud pública no está preparada.
En toda esta situación, tanto desde los medios de comunicación y el Estado, nos colocan en una falsa disyuntiva. Elegir entre salud o economía. ¿En qué consiste esto? ¿Por qué plantear qué es más importante y qué no? La salud y la economía no son opciones a elegir en la vida. ¿Con qué cara nos vienen a decir “prefiero un 10% más de pobres y no 100 mil muertos”, como si eso fueran los riesgos de buscarse la vida? ¿Cuáles fueron los resultados? Y por otro lado, ¿a quién quieren engañar con el caceroleo a favor de las empresas y millonarios?
Cuatro cuestiones a destacar:
Por un lado, el llamado a aplaudir hacia los trabajadores, llamados por decreto “esenciales”, y por el otro, obviando las miserables condiciones de trabajo que se tienen, además de la ridiculez y miserabilidad de algunas empresas en exponer a sus trabajadores al contagio por ser empresa alimenticia, aunque su producción sea de golosinas o de huevos de chocolate para temporada, o de las empresas que se callan ante los casos de contagio de empleados para no cerrar y perder ventas. Los trabajadores de delivery negreados por las apps, “esenciales” para la ley, pero carne de cañón para que policías los detengan y los encausen y para la circulación del virus, sin medidas de seguridad sanitarias y ante pedidos innecesarios para sostenerse en la cuarentena, como la comida de restaurantes. Los enfermeros y médicos, desprestigiados en su labor y víctimas de ajustes año tras año, de ninguneo a su reclamo de pase a planta y reconocimiento de sus tareas, como el caso de los enfermeros, y cumplimiento de las condiciones de bioseguridad necesarias siempre, pero ahora mucho más; pasaron a tener un cartelito de “héroes” nada más y el terror a la muerte tapó los riesgos que corrían. Hoy contamos con los índices más altos de contagio de médicos en el mundo, facilitando cada vez más el colapso sanitario que según el gobierno intenta evitar, sólo después de protestas en la calle por parte de las y los trabajadores de la salud se fueron atendiendo los reclamos y los medios dieron cuenta de su existencia.
Suspensiones y despidos masivos de trabajadoras y trabajadores, que se suman a los millones que no tienen trabajo o viven al día. Al día de hoy se contabilizan cerca de 300.000 despidos en todo el país. Con un decreto mentiroso, firmado a partir de una mímica de enfrentamiento entre el dueño de Techint (dueña de la economía de este país también) y el presidente, pretendían hacer creer que los despidos y las suspensiones, cuanto menos claras las cosas, mejor. Dejando un recoveco legal para que sin despedir, ni suspender, puedan utilizar el mismo decreto para bajar salarios. Todo el tiempo, “prueba y error”. Al no detenerse los despidos ni las suspensiones, fi nalmente unos días antes del 1° de mayo, llegaron a un acuerdo entre garcas (CGT, UIA, Estado) en el cual utilizarían el art. 223 para recortar masivamente los salarios en general hasta un 25%, aunque aquellas que ya hayan acordado menos (caso taxistas, petroleros, textiles, SMATA, gastronómicos, comida rápida, entre otros) no tendrán que revisar sus reducciones. Se suma la UOM que a partir de este “gran acuerdo político” recibieron el espaldarazo del gobierno para firmar automáticamente las suspensiones que habían sido rechazadas por sus bases; y así procederán el resto de las burocracias sindicales. El desprecio y desinterés por los trabajadores y trabajadoras que generan sus ganancias es más que evidente, y esa situación se repite con las trabajadoras domésticas, a quienes se ha llegado en algunos casos a cosas irracionales y denigrantes, como el caso de Tandil en que un residente de un country llevaba a su empleada en el baúl con tal de que vaya de todas formas a limpiar su casa, a pesar de las restricciones al movimiento y la obligación de pagar su sueldo íntegro por la licencia de cuarentena.

Por otro lado, se impulsa una campaña de miedo entre la población, desde las empresas de medios contando muertos y muertos a cada instante, a cada momento, en todo el mundo, sin plantear los contextos ni las condiciones en que se producen ni el ajuste que vienen haciendo hace bastantes años. generando reacciones tales como la denuncia entre vecinos ante cualquier movimiento, justificación de la brutalidad policial y planteando vida o muerte como en una guerra, empujan a que el miedo lleve a querer expulsar a médicos de sus viviendas, o como en uno de los casos, la gente presa del terror y la ignorancia, le queme el coche a la familia de un enfermero que falleció. La prédica militarista que no admite la crítica ni el pensamiento, por eso constantemente nos venden como única solución, la “científica” de encerrarnos en las casas, (los que tienen) y esperar calladitos. Las FFAA vienen teniendo una lavada de cara desde hace bastantes años, previos al macrismo, pero ahora son colocados en el lugar de héroes. ¿Se acuerdan cuando esos héroes eran repudiados hace algunos años atrás, cuando ingresaban armados al Hospital Posadas en ocasión de las protestas de los trabajadores despedidos del hospital? ¿O cuando reprimían “verdurazos” o “cuadernazos”? Ahora, se reprime trabajadores como en el frigorífico Penta, o se siguen robando la mercadería de quienes se buscan el mango como pueden, y desde el Estado se juega a hacerse el tonto, como durante los años kirchneristas, “yo no ordené nada”, “se mandaron solos”… a otro perro con ese hueso.
Toda esta situación nos llama a la reflexión y a adoptar posturas concretas de parte del pueblo trabajador en esta fecha simbólica tan importante como lo es el 1° de Mayo, día internacional de lucha de los trabajadores y trabajadoras. Mientras se paga deuda y se busca la forma de volver a la bicicleta financiera para poder tener gobernabilidad a cualquier costo, el pueblo se debate ya no entre salir o no salir, sino entre quedarse en su casa y morir de hambre o salir a buscar el sustento y que te mate el coronavirus o la policía. Mientras tanto, garcas empresariales y sindicales, arreglan cómo vamos a sostener a las empresas a costa de nuestro sustento diario y nuestro endeudamiento. El 1° de mayo adquiere gran relevancia hoy en día, en un momento en que se vuelve a la base del problema y se pone al desnudo la verdadera disyuntiva: ¿vamos a seguir sosteniendo un sistema que amenaza nuestra salud para que un grupo cada vez menor de empresarios, especuladores y sus acólitos y traidores puedan sostener su nivel de vida y su ganancia? ¿vamos a seguir sosteniendo un sistema en el cual la ganancia y el capital están por encima de la vida y la dignidad de las personas y pone en peligro al planeta en que vivimos? ¿vamos a seguir sosteniendo a quienes, lucrando con nuestro esfuerzo, se sientan a negociar a nuestras espaldas peores condiciones de trabajo y por ende, empeoramiento de nuestra salud?
El 1° de Mayo no es solo la reivindicación de las 8 hs de trabajo y la lucha por la emancipación humana. Es símbolo de dignidad, de organización, de lucha por una vida que valga la pena ser vivida. El 1° de Mayo es el recordatorio de hasta dónde fuimos capaces de llegar y del protagonismo que debemos recuperar para sacarnos las cadenas que nos someten. No es salud o economía, ni suspensiones o despidos; es libertad o esclavitud, trabajadores y trabajadoras libres o explotadas, es dignidad o miseria. La oportunidad para cambiar y vivir dignamente está, sólo tenemos que tomarla con decisión y con firmeza como las y los trabajadores hicieron el 1° de Mayo de 1886.
Consejo Federal de la Federación Obrera Regional Argentina.
Ilustraciones: Eneko Las Heras. https://twitter.com/EnekoHumor